…te sirvo, estoy a tu servicio, ¿qué dicen?.
Muchos tuvimos que comenzar a trabajar en nuestras casas, porque claramente no había otra opción de continuar activos, laboralmente hablando. Y de pronto el tiempo pasa y algunas oficinas se han activado y nos dicen que «tenemos que ir a trabajar». Me refiero a esos roles que estuvieron en casa mucho tiempo. ¿Qué pasará con ellos ahora?.
Resulta que yo estaba trabajando en mi casa, finalmente me convencí que esto no iba a pasar rápido, re decoré, nos organizamos y hoy estoy más feliz que nunca trabajando desde mi casa, mi casa de playa, la casa que alquilé con mi padres, y ciertamente, no importa mucho donde esté, las cosas marchan muy bien. Entonces: ¿Para qué tendría que volver físicamente al lugar donde trabajaba?.
Yo hoy puedo decidir desde dónde te sirvo. ¡Sí!, puede que suene mal cuando se lee, pero la verdad es que soy un profesional que estoy «al servicio» y te «sirvo», desde donde yo quiera, por lo menos eso puedo decidir hoy, ¿no?. Conozco profesionales haciendo sus sueños realidad, criando a sus hijos más cerca que nunca, viviendo desde ciudades que soñaron, sin renunciar a sus cargos ejecutivos, comprobando que pueden alcanzar los objetivos de la organización mejor que nunca, y ahora: ¿qué pasará con ellos?.
No entraré en detalles sobre el Marco Legal Laboral para el Trabajo Remoto, pero nos olvidemos de él. ¿Cómo gestionaremos este nuevo marco legal laboral?, ¿los colaboradores lo conocen?, ¿cómo impactará nuestra cultura organizacional este «cumplimiento»?, toca ponerle atención y sobre todo al gran impacto que tendrá.
En medio de todo esto, hacemos encuestas para definir quiénes quieren volver y quiénes no lo desean, pero en serio, ¿ellos podrán elegir desde ahora?, ¿el colaborador tiene el poder de decidirlo?… Esto que parecen solo preguntas, tiene un alto impacto en la forma como nos relacionamiento, con la cultura en nuestra organización:
- Compromiso: «Yo estoy comprometido y lo he demostrado todo este tiempo, después de toda esta crisis y todo lo que he hecho, ¿ahora me van a medir por las horas que trabajo en la oficina?».
- Confianza: «Por qué tendría que ir, acaso no he comprobado que puedo trabajar bien a la distancia, ¿Acaso no confían en mí?».
- Respeto: «Quiero que respeten mi tiempo en familia, para mí es importante, y no regresaré a mis horarios de antes, incluso hoy trabajo hasta más, pero quiero seguir haciéndolo desde casa y elegir cuándo voy».
- Resultados: «Si me van a hacer perder tiempo en moverme, van a tener que medirme diferente ahora, ¿qué va a pasar con los que no perderán tiempo moviéndose?, ¿nos vas a medir a todos igual?».
- Sentido de pertenencia: «¿Ahora de «cuáles» seré?, ¿Seré de los que se quedan en casa o de los que salen? ¿Cómo será esto, a qué grupo voy a pertenecer?».
Este último no es nuevo, porque muchas posiciones nunca dejaron de estar en el modelo presencial y ya se sienten parte de los «beneficiados» o todo lo contrario, según la perspectiva.
Lo cierto es que las cosas han cambiado y hoy son diferentes, en un año de trabajo remoto hemos ganado muchas cosas, perdido otras, homogenizado otras tantas y diferenciado otras más.
Estoy segura que te encuentras en ese momento en el que estás creando cosas nuevas, diseñando experiencias para tus colaboradores, aquí algunas sugerencias que tengo para que trabajes con ellos.
- Indaga en Percepciones: Creencias. (Actividad #1 de la Fase #1 con el mismo nombre de Creative Problem Solving) comparte con ellos qué creen sobre el hecho de «volver a la oficina» e identifica cuáles de esa creencias son validadas o invalidadas, esto te permitirá conocer y reconocer si se trata de ideas de ellos, bolas que andan en los chats, expectativas, deseos o más.
- Diseñen experiencias diferentes con algún «customer journey» en donde todos puedan diseñar ¿cómo desean un día, una semana o un mes en los próximos meses?. Podrás descubrir muchas cosas. Luego, para la implementación de estas experiencias, sugiero que trabajes un «BluePrint» de #ServiceDesign, así podrás involucrar a otros, hasta miembros de la familia.
- NO hagas encuestas, quizás las preguntas no las tengas tú, ¿qué pasaría si dejas que ellos hagan las preguntas?, ¿Y ellos incluso intentan responderlas, tienes una idea de la información que podrías obtener?
- Transparenta y siempre, pero siempre, cuéntales tus miedos como empleadores, confía en la relación que creaste con ellos, diles: «Necesitamos su ayuda, ¿qué hacemos si tenemos oficinas remodeladas y ahora no nos sirven, además no podemos dejar de pagarlas?, ¿qué proponen? Estoy segura de que mínimo obtendrás nuevos puntos de vista.
Es momento de gestionar JUNTOS, esto no ha terminado, nos toca sacar adelante nuestro país. Yo puedo elegir hoy más que nunca desde dónde quiero servirte, pero tú también puedes elegir cómo me necesitas y desde dónde me necesitas. Esto se trata de acuerdos, compromisos, confianza, promesas y mucho más.
Disfruta el proceso, evidencia tu #GrowthMindset, genera valor y crea el futuro de tu organización.
Ahhh… una cosa más antes de cerrar: ¿Estamos seguros que estamos «sirviendo» a otros?